Tomado con moderación, se ha demostrado que el pan no engorda y es fundamental para llevar una alimentación realmente equilibrada...
El consumo de pan en España ha caído en picado en las últimas tres décadas: si a principios de los 80 cada español tomaba 134 kilos de pan al año, en la actualidad esta cifra se ha reducido a 35 kilos por persona, según los datos que maneja la Confederación Española de Organizaciones de Panadería. ¿Cuál es el principal motivo de este drástico descenso en la cantidad de bocatas, sándwiches, montaditos y tostadas que tomamos? No podía ser otro: existe una arraigada creencia popular de que el pan engorda, y por eso es uno de los primeros alimentos en ser eliminados o restringidos cuando se quiere perder peso.
Ya había estudios al respecto, pero una amplia investigación, muy reciente, realizada por la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital La Paz de Madrid, ha confirmado que no está justificado que excluyamos el pan de las dietas para adelgazar, ya que, si se toma con moderación, este alimento no interfiere en la pérdida de peso y, además, facilita el seguimiento de la dieta.
En este estudio, que ofrece conclusiones muy interesantes, se han comparado los resultados obtenidos con dos dietas hipocalóricas equilibradas de dieciséis semanas de duración, una con pan y otra sin pan, en mujeres con sobrepeso u obesidad de edades próximas a la menopausia.