Salud es vivir mejor

Los hospitales psiquiátricos desaparecen y dan paso a espacios en contacto directo con la sociedad La terapia grupal entre los métodos más exitosos

Lejos quedó la imagen del 'manicomio' apartado de la civilización en el que las personas que ingresaban tenían pocos visos de reintegrarse en la sociedad, sin más futuro que una camisa de fuerza y altas dosis de fármacos antipsicóticos. Por fortuna la realidad es bien distinta y a día de hoy las personas con trastornos mentales graves, en su mayoría, conviven en sociedad.

Por ello y para ello trabajan día a día más de un centenar de profesionales que integran la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Complejo Hospitalario Torrecárdenas dirigida por el psiquiatra Domingo Díaz del Peral. Son poco más de las 10:00 de la mañana y un grupo de pacientes de la quinta planta de la Bola Azul, donde se encuentra la llamada Comunidad Terapéutica de Salud Mental, salen junto a dos profesionales sanitarias a dar un paseo por los alrededores. Son 10 de los 14 usuarios internados en esta área que sufren trastornos mentales graves, en su mayoría esquizofrenia, trastorno de la personalidad y trastorno bipolar, con sintomatología severa. "Esto hace veinte años era bien distinto", señala uno de los dos psiquiatras de la comunidad, Antonio Pintado, un especialista que ha sido testigo del cambio experimentado en el tratamiento de estas patologías en los últimos tiempos y precursor en el pasado de los tratamientos de rehabilitación que ya llevaba a cabo en el Hospital Psiquiátrico de Almería, que cerró sus puertas en 1991 y que hoy alberga la Residencia Asistida de la Diputación. "En la comunidad terapéutica trabajamos dos psiquiatras y una psicóloga clínica, además de enfermeras, auxiliares, trabajadora social y otros profesionales".

"Cada paciente tiene un perfil diferente y por esto es esencial el tratamiento individualizado del mismo". "Hay algunos que llegan y en tres meses están fuera pero hay otros que llevan aquí hasta cinco años". "El diálogo con ellos es fundamental para todo, incluso a la hora de negociar el tratamiento. Ellos piden más o menos dosis de fármacos, según su estado y eso lo tenemos en cuenta".

Pero no solo de antipsicóticos, antidepresivos, estabilizadores del estado de ánimo, tranquilizantes y ansiolíticos, junto a otros tratamientos de enfermedades como la diabetes o el colesterol, son la cura de la enfermedad mental. "Nuestro trabajo es bio-psico-social". Talleres, charlas, actividades de ocio… son la base de un tratamiento cuyo fin no es otro que la rehabilitación y la posterior integración de estos pacientes a la sociedad". "Hay quien mejora pero debe permanecer en las conocidas como casas hogar".

En este momento, hay tres en la provincia gestionadas por FAISEM, si bien una de las necesidades más esenciales que en este momento se plantean es la creación de más plazas de este tipo. Aunque la sociedad está cada vez más concienciada "hay familias que rechazan a familiares con trastornos mentales graves y tenemos casos en los que los mantenemos más tiempo aquí ingresados hasta que encontramos un lugar adecuado y adaptado a sus necesidades".

Según ha detallado el jefe de la UGC de Salud Mental, Domingo Díaz del Peral, en la actualidad hay más de 18.000 personas en la capital y la zona del poniente, que sufren este tipo de enfermedades en sus diferentes estadíos. Una cifra que no engloba a Atención Primaria. "Y es que cada vez existe un mayor conocimiento de los médicos de familia sobre la salud mental, teniendo en cuenta que 3 de cada 5 consultas son por este tipo de problemas". "Ellos podemos decir que tienen capacidad para administrar fármacos y son los encargados de determinar cuando un usuario requiere la atención especializada".

Aquí cabe citar el Programa de Intervención Temprana en Psicosis en el que si se detecta que algún adolescente presenta síntomas de esta patología es derivado directamente a la unidad de rehabilitación. "La UGC cuenta con un equipo de psicólogos que se desplaza a los centros de salud cuando los requieren". Pero hay otros casos en los que los pacientes pasan directamente a la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental (URSM) o al Hospital de Día. Ambas están ubicadas en la primera planta de la Bola Azul y son coordinadas por Manuel López.

La primera de ellas tiene como finalidad que los pacientes psicóticos desarrollen un proyecto de vida, y la segunda en la que además las terapias son grupales las cuales superan las 5.000 anuales. Psiquiatras, psicólogos clínicos, enfermeras, auxiliares, trabajadores sociales, terapeutas y monitores ocupacionales y personal de administración es el equipo que integra este espacio en el que el ocio se convierte en terapia. Hábitos de convivencia, higiene personal, manualidades, actividades del hogar y mucho deporte, son las actividades que realizan día a día los pacientes de Salud Mental.

Díaz del Peral ha destacado además que en la segunda planta de la Bola Azul se encuentra el equipo de Salud Mental de Almería que en este momento "es el más grande de Andalucía integrado por más de una treintena de profesionales entre los que hay 10 psiquiatras y 5 psicólogos. A estoy cabe añadir las Unidad de Hospitalización de Torrecárdenas, la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil (USMI) en el CARE Nicolás Salmerón y las unidades de El Ejido y Roquetas de Mar.

El responsable de la Unidad de Salud Mental almeriense ha destacado la importancia de la función que desempeñan los profesionales para con este tipo de pacientes y ha incidido en la exhaustiva selección de los mismos y en la contratación estable por el bien del usuario.