La Navidad no es excusa para que los niños coman mal

jueves, 29 de diciembre de 2016 · Posted in

Una dieta sana y una higiene oral correcta durante estas fiestas son fundamentales para evitar la formación y desarrollo de las caries

Turrones, mazapanes, polvorones, mantecados, roscón de reyes, pannetone, hojaldrinas, cordero, marisco o platos muy elaborados son los alimentos preferidos durante las celebraciones de Navidad. Mesas que se engalanan para acoger productos que durante el resto del año no son habituales en nuestra dieta y que suponen un aporte de grasas y azúcares que nos alejan de la preciada “dieta mediterránea”. Alimentos que llegan a todos los miembros de la familia y que en niños y adolescentes suponen una bomba de relojería no solo por el aporte elevado de calorías que tienen sino también por el efecto contraproducente en su salud bucal.

Patricia Nevot, Dietista-Nutricionista en el Centro Jùlia Farré, manifiesta que es necesario establecer unas pautas para que las comidas y cenas navideñas no pasen factura en la salud de nuestros hijos. En este sentido, Nevot indica que “hay que tener claro que no por ser festivo tenemos que romper la rutina de nuestros hijos todo el día. Hasta el momento del banquete y después de la comida o cena navideña, los niños tienen que seguir la misma rutina y horarios que durante el resto del año y comer alimentos saludables, nada de alimentos ricos en azúcares y procesados. También es importante, incluir en el pica-pica platos saludables como brochetas de verduras o patés vegetales. Además, la base del primer plato debe estar elaborada con verduras, ensaladas con fruta fresca, crema de verduras, cardo en salsa de almendras, etc. Con respecto a la bebida, hay que ofrecer agua”.

Las Navidades, por tanto, no pueden ser una excusa para tomarse vacaciones de la educación nutricional de los hijos. En cambio, si son una oportunidad estupenda para enseñarles a respetar las horas de las comidas principales, a no picotear cualquier cosa, a llevar una alimentación variada y a probar un poco de todo, para poder disfrutar luego los dulces que más les gustan.

Nevot señala que es necesario, dependiendo la edad de los niños, ajustar un poco los menús que se les ofrece. A este respecto, destaca que “si el niño es muy pequeño, hay ciertos alimentos que no son convenientes que consuman. Pero, por norma general, el niño puede comer el menú de los adultos elaborándolo en cocciones más sencillas, con menos sal y en raciones más pequeñas. Si se trata de platos tradicionales como cochinillo, cordero, marisco o platos muy elaborados, es preferible ofrecerles pollo, pavo o pescados como merluza o lenguado para evitar indigestiones. Cabe recordar que los adultos estos días también deben de cuidar su alimentación y disponer en la mesa de alimentos saludables”.

Hay alimentos tradicionales, como es el caso de los dulces navideños muy calóricos y ricos en grasas y en azúcares, que deben consumirse con moderación. Asimismo, los expertos recomiendan prestar especial atención al consumo de bebidas alcohólicas por parte de la población infantil y juvenil, así como a la ingesta de bebidas azucaradas, chucherías y dulces comerciales.

El presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), Javier Aranceta, comenta que “durante estas fiestas, los excesos más preocupantes en la población infantil y juvenil se relacionan con las bebidas alcohólicas, bebidas azucaradas, las chucherías y los dulces comerciales. No se trata de formular restricciones drásticas pero es necesario poner un poco de orden en la ingesta de este grupo de productos con elevado potencial calórico y escaso interés nutricional. Existen alternativas con menos calorías y es necesario establecer la cantidad y qué momentos son los adecuados para su consumo. El consumo de bebidas alcohólicas no está justificado en estos grupos de edad ni aún en pequeñas cantidades”.

Asimismo, el presidente de SENC coincide en que la Navidad también es un buen momento para mantener una alimentación saludable y, además, para estrechar lazos familiares y de amistad a través de la elaboración de platos tradicionales o de especial relevancia familiar. Aranceta apunta que “son fechas donde están disponibles verduras interesantes: puerros (purrusalda), coliflor (coliflor salteada o coliflor con patatas), berza con ajitos, puré de calabaza o calabacín. Algunos mariscos a la plancha o sartén (langostinos, almejas...). Ensaladas ilustradas, espárragos, jamón ibérico. De segundos platos se puede elegir entre el tradicional pavo, el capón, pollo guisado con verduritas, pularda, etc. En las cenas, diversos pescados: besugo, chicharro, merluza”. Y prosigue advirtiendo que “el momento de los postres es un momento clave. Es aconsejable ofertar platos con fruta troceada (kiwi, uvas sin pepitas, frambuesas, fresas o melón) o postres dulces de elaboración casera: compota de Navidad, manzanas asadas, arroz con leche, natillas, yogur con trocitos de fruta, bizcocho casero con frutas o chocolate, etc. Resaltar el valor nutricional diferencial y el interés de salud de este tipo de postres al sacarlos a la mesa. Excelente idea sí, además, es el apartado en el que los más jóvenes de la casa han colaborado de manera especial”.

Además, los expertos anuncian que el consumo desmedido durante estas fechas provoca, en el caso de los más pequeños, más del 50% de los problemas relacionados con la aparición de caries producidas por un excesivo consumo de azúcar y una inadecuada rutina de higiene. Un trastorno que se puede evitar incrementando la prevención y el cuidado de la salud bucal de toda la familia, en especial la de los niños y adolescentes.

Héctor J. Rodríguez Casanovas, director de Revista Cuida Tus Encías y miembro de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración, destaca que “el cuidado dental es un hábito que se aprende desde la infancia y que perdura toda la vida. Los dientes y las encías bien cuidados ayudan a los niños a mantener una buena salud a nivel general, no solo dental. Hay que tener especial cuidado con todos los alimentos procesados o industrializados, por sus altos contenidos en grasas trans, los alimentos con exceso de sal y los alimentos con exceso de azúcar”.

Además, Rodríguez enumera una serie de alimentos que pueden ayudar a combatir la caries en los niños, sobre todo en estas épocas:

    Frutas y verduras ricas en fibra: los alimentos que contienen fibra aumentan la salivación, que es una defensa natural contra las caries por su acción mecánica de arrastre de restos de comida y su acción química de neutralización de los ácidos que atacan los dientes. Las frutas y verduras frescas, como la pera, la zanahoria, la manzana y el apio, no solo ayudan a estimular el flujo de saliva, sino que también ayudan a remover la placa de los dientes y a refrescar el aliento.

    Legumbres u hortalizas como los calabacines son ricas en fósforo que, junto con el calcio, constituye la estructura de dientes y huesos.

    Queso, leche, yogur natural y otros productos lácteos: el calcio, los fosfatos y la vitamina D del queso, la leche y otros productos lácteos son minerales importantes para la salud de sus dientes. Sobre todo en el momento de formación de los dientes es importante que la dieta del niño contenga la cantidad suficiente de calcio.

    Chicles sin azúcar: masticar chicle sin azúcar después de las comidas provoca un aumento de la producción de saliva. Además, el xilitol ayuda con la inhibición del desarrollo del Streptococcus mutans que causa la caries.

    Agua con flúor: el agua potable con flúor, o cualquier producto con flúor, ayuda a los dientes. El agua potable embotellada puede no contener tanto flúor como el agua del grifo, así que si esta es tu principal fuente de agua, asegúrate de utilizar pasta dental con flúor y consulta a tu dentista sobre los suplementos de flúor para niños. El flúor también está presente en menor cantidad en otros alimentos de origen vegetal como tomates, patatas, judías, lentejas, cerezas, sardinas o caballa.

En definitiva, una dieta sana y una higiene oral correcta durante estas fiestas son fundamentales para evitar la formación y desarrollo de las caries.

Via elpais.com

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