La obesidad infantil, el enemigo silencioso que se instala en España

martes, 19 de abril de 2016 · Posted in

Un estudio presentado por el complejo de salud y dietética Healthouse (del grupo Naturhouse) revela las alarmantes cifras de niños con problemas de sobrepeso. La buena noticia es que ofrecen, también, la solución.

Europa se precipita hacia una crisis de obesidad de “enormes proporciones” para 2030. Es la contundente advertencia que hace la Organización Mundial de la Salud y a la que España no es ajena.

Nuestro país, hasta hace poco anfitrión y modelo de la saludable dieta mediterránea se sitúa ahora como el segundo país de la Unión Europa con mayor número de niños obesos -18,4% de los menores entre 6 y 12 años- y con sobrepeso –un 26%-, conformando un total de población infantil con problemas de exceso de peso del 43%, tal como revela un estudio del complejo Healthouse –un espectacular centro de salud del Grupo Naturhouse situado en Estepona- presentado esta semana en Madrid.

No en vano, por primera vez hay un porcentaje mayor de la población mundial con problemas de sobrepeso que con problemas de desnutrición y los 'gorditos' suman ya en el mundo los 2.100 millones de personas. Un asunto que, señalan los responsables de Healthouse, va mucho más allá que una cuestión meramente estética o cultural y del que son principales víctimas los más pequeños.
Obesidad infantil

Si la obesidad es un problema de salud siempre, la obesidad infantil supone todo un desafío social y sanitario, por cuanto afecta a la salud desde las etapas más tempranas de la vida. Considerado ya un problema global de salud en el siglo XXI, la obesidad infantil deriva en graves dolencias adultas y afecta ya a 42 millones de niños en todo el mundo.

Este enemigo silencioso que se ha instalado en los hogares españoles casi sin avisar tiene como cómplices a factores como el cambio en el estilo de vida –con menos tiempo que dedicar a la cocina y un mayor consumo de alimentos industriales-, el aumento del sedentarismo –los niños ya no consideran el ejercicio físico una prioridad -, así como la falta de información y de educación nutricional de la familia. “El mito de que el niño gordito es un niño sano y fuertote”, explican desde Healthouse, es sólo eso, un mito. La realidad, en cambio, señala que los niños obesos sufrirán más enfermedades cardiovasculares, tendrán mayor propensión a enfermedades como la diabetes, problemas óseos y articulares, hipertensión, apnea del sueño y problemas psicológicos relacionados con una baja autoestima.

Por eso, y de forma pionera en España, el centro Healthouse ha puesto en marcha un programa infantil –Fit and fun- destinado a reeducar los hábitos alimentarios de los niños y (más importante) de sus familias. “Es fundamental un cambio de hábitos en la familia: fomentar una alimentación equilibrada, desarrollar actividades físicas saludables y controlar el tiempo de los niños ante la pantalla”, explican desde Healthouse, donde los niños participantes en este programa, de mínimo una semana de duración, encontrarán personal médicos, nutricionistas, entrenadores y psicólogos para abordar de forma global una nueva manera de relacionarse con la comida.

Mediante actividades físicas, clases emocionales y educativas y un programa de alimentación saludable (dieta equilibrada, cinco comidas al día, comidas fáciles de preparar en casa y apetecibles para los más pequeños), el programa trata de conseguir que el niño aprenda a comer sano y a cuidar su salud.

Con un precio de 1.000 euros por semana aproximadamente, el programa incluye además material didáctico y recetas para poder continuar la dieta en casa y un seguimiento en el centro Naturhouse más cercano al niño.

Como recomendaciones generales, los especialistas de Healthouse recuerdan la importancia de:

Aumentar el consumo de alimentos sanos

Reducir la ingesta de azúcares y grasas

Evitar en la medida de lo posible la comida basura, helados, refrescos, bollería industrial…

Combinar en las comidas los tres macronutrientes (hidratos, proteínas y grasas saludables)

Reducir las porciones y no obligar al niño a comer rápido o más cantidad si está lleno

Comer más veces al día y menos cantidad (de 5 a 7 veces es lo recomendable)

Realizar al menos 60 minutos de actividad física moderada a diario

Controlar el tiempo que el niño pasa ante la televisión

Realizar controles periódicos en caso necesario

Via gaceta.es

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