Para mucha gente el invierno, con sus días más cortos y su falta de luz, es sinónimo de tristeza, falta de energía y depresión.
Existe un término para este estado: trastorno afectivo estacional (TAE) o “depresión de invierno”.
En Canadá, el 18% de la población vive cada año una “depresión” de invierno. Este es a menudo un fenómeno de una a dos semanas como máximo.
Sin embargo, para otros canadienses, casi el 3% de la población mayor de 20 años, la angustia se puede extender y durar todo el invierno. Se dice que estas personas sufren de una depresión estacional relacionada con la disminución de la luz del día.
El trastorno sólo ocurre en regiones del mundo alejadas del ecuador donde el ritmo biológico natural del organismo se ve trastornado por los días más cortos de invierno.
Pero un nuevo estudio afirma que esa depresión no existe.
“Hicimos un estudio con datos sobre la depresión obtenidos a partir de un gran número de personas que viven en diferentes latitudes en los Estados Unidos”, dice uno de los autores del estudio, Steven G. Lobello, profesor de psicología de la Universidad de Auburn en Montgomery, en el Estado de Alabama.
“A lo largo de las cuatro estaciones, se investigó si existía una relación entre la depresión y el nivel de luz del sol, y simplemente no hemos encontrado una relación directa entre la depresión y el sol, la estación o la latitud. ”
El estudio de Lobello no toma en cuenta la población que vive al norte del paralelo 49, pero confía en que los resultados de su investigación se aplican también.
“Mencionamos en nuestra investigación, la que se llevó a cabo en Noruega por Vidje Hansen. Ese país está situado al norte del círculo polar ártico, donde existe la noche polar “, señala el profesor Lobello añadiendo que la investigación de Noruega” no encontró ningún vínculo entre el aumento de personas con depresión y la duración de la noche polar. ”
Via rcinet.ca
La depresión causada por la falta de sol sería un mito
