Salud es vivir mejor

Todo el mundo ha tenido alguna vez dolor de espalda. Y la verdad, es un desastre,

porque apenas puedes moverte: no sabes si estás mejor sentado o de pie, y cambiar de postura es un suplicio.

Para disfrutar de una mejor calidad de vida hay que aprender ciertos hábitos para cuidar la espalda: te dolerá menos veces y ganarás agilidad.

Ejercicio físico: sí, pero con moderación

Lo primero que te dicen cuando te duele la espalda es que tienes que hacer deporte para fortalecer los músculos. Aunque el ejercio es importante, debes cuidar algunos aspectos para que no te salga el tiro por la culata.

No es lo mismo si sufres por una hernia discal que si tienes una inflamación o una lumbalgia. Cada enfermedad requiere unos cuidados, y también impone limitaciones distintas. Si el problema es una inflamación, antes de empezar a hacer deporte debes esperar. No hay que hacer deporte con dolor, más que ayudarte sería perjudicial.

Tampoco puedes elegir un deporte cualquiera, no se trata de apuntarse al gimnasio y empezar a levantar pesas así como así. Lo único que conseguirás es lesionarte. Es recomendable que visites a tu médico o fisioterapeuta para que te recomiende un tipo específico de ejercicios. Aunque te adelanto que la natación es un deporte muy completo y al cuerpo le cuesta menos esfuerzo. Pero como todo: hay que ser moderados para no lastimarte.

La importancia del buen descanso

Además de hacer deporte suave con regularidad es importante descansar bien para evitar problemas lumbares. No se habla mucho del descanso porque parece muy evidente, pero en realidad es casi lo más importante.

Debes dormir tus horas para que al organismo le de tiempo a recuperarse. Si acumulas cansancio al final los huesos y los músculos se resienten y aparecen los dolores. Pero si duermes mucho en una cama bicentenaria tampoco será efectivo: necesitas un buen colchón para que tu sueño sea reparador.

Via medicablogs.diariomedico.com