Es cierto que el consumo leve a moderado de alcohol puede llegar a ser beneficioso para la salud cardiovascular, pero su exceso la perjudica. Pero para diversos investigadores, hasta el consumo moderado puede llegar a producir un efecto sobre la presión arterial pudiendo subirla por encima de los valores normales (70/140 mmHg). Por lo tanto este riesgo aumentaría si el consumo de alcohol es algo excesivo.
Ciertos estudios científicos que se encuentran hoy en día poseen una relación positiva y lineal entre el consumo de alcohol y la elevación de la tensión arterial.
¿De qué manera se relacionan la tensión arterial en el alcoholismo?
Cuanto mayor es el consumo de alcohol, mayor también será la prevalencia de hipertensión arterial.
Cuando esto sucede se alteran una serie de hormonas que aumentan la frecuencia cardíaca y lesionan las paredes arteriales aumentando de esta forma los niveles de tensión arterial.
La ingesta de alcohol alta entre 0.75 a 1 gr. de etanol/kg de peso genera un aumento en la presión sistólica y diastólica.
Asique tanto el alcoholismo como la hipertensión arterial son dos enfermedades distintas pero que se unen y se potencian aumentando el riesgo de determinadas enfermedades tales como por ejemplo las cardiopatías, accidentes cerebro vascular, enfermedades nerviosas, y demás.
Via cuidandolasalud.com
