La actividad física debe formar parte de nuestra vida, y en todas las etapas. Una reciente investigación realizada por especialistas canadienses concluyó que el ejercicio en la edad adulta también es útil para mantener la memoria, ya que mejora el volumen del hipocampo, la región cerebral relacionada con esta facultad y con el aprendizaje en general.
Hoy en día, hay en el mundo más de 35 millones de personas que tienen demencia y se espera que para el 2050, esta cifra llega a los 115 millones. Cada cuatro segundos se diagnostica un nuevo caso de este trastorno, por lo que la estrategia principal debe ser la prevención.
Según se publicó en la última edición de la revista British Medical Journal, los expertos se centraron en el hipocampo para ver cómo los distintos tipos de ejercicios tenían su impacto sobre esta zona vinculada a la memoria y aprendiziaaje. Se basaron en 86 mujeres de entre 70 y 80 años, y que reconocían haber sufrido un deterioro en su memoria, un factor de la demencia.
A la mitad de estas mujeres, se le asignó participar de sesiones de ejercicios aeróbicos dos veces a la semana (caminar a buen ritmo), mientras que a la otra mitad se les indicó hacer trabajo de resistencia (sentadillas, o con complementos), por unos seis meses.
Se midió el tamaño del hipocampo al inicio y al finalizar el seguimiento, a través de resonancia magnética, además se probó la memoria verbal y la capacidad de aprendizaje con un test especialmente diseñado para tales fines.
Si bien los investigadores creían que ambos tipos de ejercicios podían ser beneficiosos, los resultados mostraron que la actividad aeróbica arrojó mejores resultados: el volumen total del hipocampo en el grupo que las mujeres que habían realizado entrenamiento aeróbico fue significativamente mayor que el de aquellas que se habían hecho ejercicios de tonificación muscular o de mejora del equilibrio.
El deterioro cognitivo es un factor de riesgo de demencia: entre un 10 y un 30 por ciento de los adultos mayores con este problema desarrollan enfermedad de Alzheimer, mientras que aquellos que no presentan este deterioro tienen una tasa de demencia de sólo el 1 al 2 por ciento.
“Dada la creciente evidencia de que el ejercicio es beneficioso para la salud cognitiva y cerebral, la actividad física debería ser una recomendación para todos los ancianos independientemente de su estatus cognitivo“, concluyeron los responsables de este trabajo. Los especialistas también añadieron que se deberían realizar más investigaciones para conocer si el beneficio del ejercicio afecta por igual a los varones.
Via vitadelia.com
