La celulitis es conocida como la acumulación de tejido adiposo (graso) en algunas zonas del cuerpo, donde se hace presente con la formación de nódulos de grasa. En este caso, el tejido conjuntivo está saturado de agua y de toxinas sin eliminar; por tanto, en esa saturación se densifica y se empieza a dar lugar a grumos y formas irregulares y rugosas en la piel. El desarrollo de la celulitis puede responder a la acción un componente hormonal.
La celulitis más conocida es la esclerótica o “piel de naranja”, llamada así precisamente por las formas que da a la piel.
¿La celulitis es una enfermedad?
Generalmente, ésta no es tratada como una enfermedad, sino como una alteración de la circulación de la hipodermis. La celulitis es encontrada comúnmente en las mujeres después de su pubertad y, aunque no pone en riesgo la salud de quien la padece, se considera un problema estético que, sin duda, causa molestias y modifica los contornos de la piel.
¿Por qué se forma la celulitis?
Hay factores específicos que pueden influir en la formación de la celulitis, así como:
* Tener una dieta no balanceada o incompleta.
* No hacer ejercicio o tener una vida sedentaria.
* Problemas circulatorios.
* Sobrepeso.
* Antecedentes familiares.
¿Qué hacer para combatirla?
Aunque en muchos comerciales y en otros ámbitos aparezcan cremas, productos, cirugías o masajes para combatir la celulitis, lo que hay que saber es lo siguiente:
Lo importante al tratar la celulitis, es empezar a combatirla desde el principio de su aparición. Lo principal en esa “lucha” es abandonar la vida sedentaria y empezar a hacer ejercicio con una frecuencia regular. Además, se debe optar por establecer un régimen alimenticio adecuado, con una dieta balanceada con buena proporción de fibra para contribuir a la mejora del sistema circulatorio y para impedir que se forme celulitis. También es fundamental no consumir tabaco.
¿Cómo lo hago?
Es muy recomendable que en tu dieta incluyas lo siguiente:
* Legumbres. En especial la soya que ayuda a controlar desequilibrios hormonales.
* Cereales integrales. Que favorecen a la eliminación de toxinas.
* Alimentos diuréticos. Como la uva, el melón, el melocotón o el espárrago.
* Onagra. Un aceite que ayuda a regular determinadas alteraciones hormonales.
Además, al empezar a hacer ejercicio, puedes tener una frecuencia de, por lo menos, tres veces por semana e implementar rutinas como:
* Tener de 15 a 30 minutos de ejercicio cardiovascular.
* Trabajar un día la cara posterior de tus muslos (tus femorales)
* Trabajar otro día las caras internas y externas del muslo (abductores)
* Otro día, trabajar la cara frontal de los muslos (cuádriceps) y las pantorrillas.
También podrías ejercitar tus brazos y tu abdomen unas tres veces por semana, de acuerdo a tu condición física.
¿Qué debo evitar?
Particularmente en tus comidas evita:
*Las bebidas alcohólicas, pues favorecen la acumulación de toxinas.
* Las grasas saturadas, como la de la mantequilla, la leche o los embutidos.
* Los azúcares, ya que, en algunos casos, no aportan vitaminas ni minerales, sino grasas que se transmiten a todas partes del cuerpo.
*La sal, pues contribuye a la acumulación de líquidos.
¿Qué es lo más importante en el proceso?
Es muy importante que seas constante muy constante en cuanto a la rutina de ejercicios y que, a su vez, seas muy consciente de tu dieta alimenticia. De lo contrario, difícilmente obtengas mejoría.
Te recomendamos…
Sigue las instrucciones y los consejos de manera rigurosa y evita realizarte procedimientos quirúrgicos o utilizar cremas desconocidas. La solución a tu problema puede ser más sencilla de lo que crees.
Fuente mejorconsalud.com
