Nadar quema calorías, por lo que es uno de los mejores aliados a la hora de perder peso. Además, se sabe que ayuda en la salud cardiovascular, sobre todo en las personas mayores.
Tanto el corazón como los pulmones tienen que trabajar más durante el ejercicio, pero en lugar de ser perjudicial, esto es muy beneficioso, ya que el oxígeno llega de mejor manera. A medida que estos órganos se fortalecen, el ejercicio será menos arduo.
Más allá de permitir adelgazar, la natación reduce el riesgo de padecer algunas enfermedades crónicas: diabetes del tipo 2, accidentes Viacardiovasculares y trastornos circulatorios.
Por su parte, es una muy buena terapia, ayuda a relajarse, es divertido, mejora la flexibilidad de brazos y piernas, proporciona más resistencia y brinda fuerza.
La natación mejora la figura
Esta es una premisa que hay que recordar. Se ha comprobado que este ejercicio es aeróbico, por lo que trabaja todos los grupos musculares. A disposición tenemos cuatro opciones para elegir:
Libre
Pecho
Espalda
Mariposa
Si no se desea aprenderlos, al menos un crol simple puede ser de mucha ayuda. Y para las personas mayores o que nunca hayan tenido contacto con el agua, pueden aprovechar las bondades del aqua-gym.
Ambas alternativas ayudan a quemar muchas calorías, aún después de salir de la piscina, porque el cuerpo utiliza la energía acumulada para recuperarse y reconstruir tejido muscular. Dependiendo del peso y del ejercicio que se realice, una sesión de media hora de natación permite quemar entre 90 y 550 calorías.
Algunos consejos antes de comenzar a nadar
Calentar previo al ingreso a la piscina y estirar al finalizar la clase.
Comprar el traje de baño adecuado, gorro, antiparras y si es necesario tapones para los oídos o nariz.
Comenzar nadando en la parte más llana y luego pasar a la más profunda.
Saber que es una actividad recreativa, no presionarse para conseguir marcas imposibles.
Darse un baño apenas termina la sesión, para quitar el cloro que tiene el agua.
Via vivirsalud.imujer.com
