Sobre los pies recaen todo el peso de nuestro cuerpo la mayor parte del día, por lo que es una de las zonas que más expuesta está a problemas y dolores. No solemos prestar suficiente atención a su cuidado, lo que conlleva que aparezcan al final distintas dolencias. No solemos consultar al médico problemas que están originados en esta parte de nuestro cuerpo y tampoco acudimos al podólogo salvo cuando tenemos bastantes molestias.
Es fundamental elegir un buen calzado que nos evite males mayores. Para ello, se deben adaptar a su morfología. De este modo, evitaremos los callos provocados por el roce o la presión que sufren los dedos del pie. Sobre todo, las mujeres son las que se ven afectadas más por este problema, ya que a más tacón, mayor es el esfuerzo que tiene que realizar el metatarso al desplazarse el peso. También hay que vigilar la presión que ejerza el calzado en los laterales, ya que es origen de callos interdigitales, juanetes, dedos en garra o dedos de martillo.
Otro de los problemas habituales que sufren los pies son las tan molestas grietas en el talón. Están originadas por la falta de sudoración en esta zona. Para evitar este problema es fundamental hidratar bien la zona con sales de baño, leche con miel, cremas especiales, aceite de argán… Estas grietas también se producen cuando los calzados permiten desplazamientos laterales de los pies, por cambios hormonales y por algunas medicinas. Es importante tratar estas grietas en cuanto se presentan, ya que pueden llegar a crear bastantes dolores e incluso a infectarse.
Otro problema muy habitual de los pies, y bastante molesto para quien lo sufre, es el mal olor de pies o bromhidrosis. Está originado por una sudoración excesiva que provoca la descomposición de una bacteria. Se produce cuando se pisa mal, ya sea por mala postura al andar o calzado no adecuado, al utilizar calcetines y medias fabricados con fibras sintéticas o por tipos de calzado como los que usan mucha de licras y gomas. Este mal olor se puede dar también en personas con algún tipo de trastorno psicológico. Para evitar este problema es fundamental una buena higiene del pie y limpieza del calzado. No hay que abusar de los antitranspirantes y no es aconsejable el uso de desodorantes, porque lejos de eliminar el problema lo pueden incluso llegar a acrecentar.
También hay que tener cuidado con el pie de atleta, que es un tipo de micosis (producida por hongos) que origina picor, quemazón, grietas, lesiones rojizas y ampollas entre los dedos. Se trata de una enfermedad contagiosa, por lo que hay que prestar especial atención con la higiene, evitando la humedad en los pies después de bañarse. Tampoco hay que compartir toallas y ropa.
Fuente: cosasdesalud.es
Principales problemas de los pies y cuidados
